O mejor dicho del Gobierno, todo lo que debe ser brindado por una gestión de gobierno hay que suplicarlo, rogar de rodillas, somos menos que mendicantes, ya somos esclavos de una casa privilegiada que se arroga el dominio sobre nuestras vidas.
Eso si, todos somos mendigos y mendigas.
Jubilados aportantes durante décadas esperando un “gesto de caridad” del presidente para sumar monedas al haber jubilatorio, gente que trabaja necesitando la “bondad” del IFE, censistas reclamando el pago prometido, colas para solicitar un turno en Hospital público, miles esperando el
de ingresos, turnos para la “segmentación” energética, y una larga lista de mendicantes, como otras personas, y por diferentes circunstancias, edad, condición física, educacional y hasta migratoria pueden ser tratadas como mendigos en nuestra sociedad.
¿Por qué los ciudadanos de
país tienen que mendigar?
Muchos tramitando o mendigando los incluyan en una lista de espera.
¿Por qué tantos necesitados de un Festival solidario, un merendero o comedor barrial o al menos una mano generosa, que afortunadamente hay muchas?
Algo de esto es de Johanna Otte
Hay una palabra para el que pide ayuda y otra para el que no la da, méndigo, acentuada y esdrújula está recogida por la RAE, con el significado de persona infame o muy mala. "Mendigo es el que pide limosna y méndigo el que no la da".
Pero siempre hay esperanza
Cáritas Argentina informó que el total de lo recaudado en su colecta anual realizada los días 11 y 12 de junio de 2022 bajo el lema “Tu compromiso acorta distancias”, asciende a $340.784.996,94. El monto representa un 55,86% de incremento respecto del año pasado y resulta significativo en el contexto de la crisis socioeconómica que atraviesa la Argentina.
Concepción del Uruguay,Entre Ríos, Argentina
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