Tendrá razón Vargas Llosa, aunque nos duela a muchos argentinos.
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| Foto archivo Obispado |
Cuando el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa dijo que Argentina es un país que esta desapareciendo provoco reacciones, tanto que hasta el Cardenal Bergoglio las refuta
Duele como argentino escuchar decir esto, pero a poco que uno escuche a la señora Presidente o algunos de sus colaboradores cercanos, y a la corte de adulones que la festejan, termina pensando como Vargas Llosa.
Un país convertido en una timba por la proliferación de los juegos de azar y los casinos, donde todo se hace en base a negociados que dejan grandes ganancias par algunos pocos corruptos, con la pobreza extrema que crece y la inmoralidad que abunda, a tal punto que hasta la educación capacita para la homosexualidad, quedan pocas esperanzas.
Es urgente salvar el amor matrimonial, el amor verdadero, aquel que no busca la liberación, que no busca la independencia, sino que al revés se ata para siempre a quien ama.
Ya sabemos algunos quien puede sacar a la Argentina de ese pozo, solo Dios Nuestro Señor.
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