Aparece un hombre libre y el mundo se espanta, no vaya ser que sea contagioso vivir así, de esta manera.
Y comienzan a ponerle caretas mundanas, a la medida del opinólogo sacándose de encima cualquier comparancia con si mismo.
S
e pretende anular el gesto grande, que sienta un precedente a la Iglesia y a la humanidad.
Renuncia y entrega a la vez, capacidades que solo Dios puede dar al ser humano.
Renuncia al yo para entregarse a los demás.
El tiempo nos dirá la importancia que conservara José Ratzinger en esta larga vida que el Señor le concede.
La grandeza que no quieren ver los mediocres escondido en el falso axioma de que no puedo escapar va más allá de la comprensión de mentes apagadas.
Entregar el timón de la nave más importante en que viaja la humanidad al encuentro con Dios Padre, no es un barco pirata ni un crucero del amor.
La Iglesia tiene al mando al hombre que va marcando rumbo, vendrá el tiempo de otro que podrá con el favor de Dios invitar a todos a subir a la barca de Pedro.
Concepción del Uruguay,Entre Ríos, Argentina
El Derecero
Del español antiguo.
El Derecero:
Dícese del que anda derecho, que te lleva por buen camino
Corazón Derecero
Nadie es profeta en su tierra
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