En estos tiempos en que los nuevos paradigmas culturales pretenden relativizar todo y que todo “se igual” como decía Minguito, es necesario retornar a las diferencias, la igualdad sistemática es imposible, tenemos diferencia porque hay en cada persona y en casa cosa dones y talentos, el hecho de ser todos iguales ante una ley, si es que en Argentina somos todos iguales, no significa ponerse un uniforme y salir marcando el paso.
Señalar nuevas propuestas, pensando solamente en conveniencias de hoy es dejar a las generaciones futuras graves problemas por las consecuencias que todo ello puede llegar a tener.
Hablar hoy de una igualdad sistemática nos pone en el problema de los colores blanco y negro.
El problema de los colores blanco y negro
En la tendencia actual de medir todo con la vara ideológica, lo que en un pasado era referente para señalar lo claro y lo oscuro de la vida, ya sea individual como comunitaria, y hasta de ciertos pueblos, se ha transformado en mala palabra, acto discriminatorio gritan, palabra mágica para frenar opositores.
Diferenciar la luz de las tinieblas, como bien profetiza el Apóstol Juan, se ha vuelto un camino espinoso, ya que los organismos de derechos humanos, atentos a cualquier manifestación considerada discriminatoria, levantan tribunales del Pueblo en los grandes medios de comunicación, para prender fuego a al hechicero.
Hoy como ayer, el profeta debe desatender las amenazas de los poderosos para anunciar a los pobres la Verdad, sacar a la luz lo oscuro, denunciar lo negro de la sociedad, señalar claramente las caretas del mal que sacan chapa de derechos humanos.
La mayor violación a los derechos humanos es suprimir la vida inocente, indefensa, antes de nacer, el aborto es negro, la vida es blanca.
El marxismo, el nazismo, y el socialismo del nuevo milenio, invocan un bien en peligro, que ciertamente a lo mejor es necesario cuidar, para convertir a los hombres en instrumentos del sistema convirtiendo la ideología en un fin en si mismo.
No menos alienante para las personas es poner el lucro por encima de todo, al servicio del materialismo, como fundamento del desarrollo de los pueblos
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La vida pertenece a Dios, El nos hizo y al El pertenecemos
El tema musical Canción para Don Pedro de Pocho Gaitán interpretado por el colonense Pablo Verón
Concepción del Uruguay,Entre Ríos, Argentina
El Derecero
Del español antiguo.
El Derecero:
Dícese del que anda derecho, que te lleva por buen camino
Corazón Derecero
Nadie es profeta en su tierra
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